domingo, 10 de junio de 2007

El último samurái


1.FICHA TÉCNICA

Dirección: Edward Zwick.
Países:
USA, Nueva Zelanda y Japón.
Año: 2003.
Interpretación: Tom Cruise (Capitán Nathan Algren), Timothy Spall (Simon Graham), Ken Watanabe (Katsumoto), Billy Connolly (Zebulon Gant), Tony Goldwyn (Coronel Bagley), Hiroyuki Sanada (Ujio), Koyuki (Taka), Shichinosuke Nakamura (Emperador), Shun Sugata (Nakao), Seizo Fukumoto (El samurái mudo), Masato Harada (Omura), Shin Koyamada (Nobutada).
Guión: John Logan, Edward Zwick y Marshall Herskovitz; basado en una historia original de John Logan.
Producción: Edward Zwick, Marshall Herskovitz, Tom Cruise, Paula Wagner, Scott Kroopf, Tom Engelman.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía:
John Toll.
Montaje: Steven Rosenblum y Victor du Bois.
Diseño de producción: Lilly Kilvert.
Vestuario: Ngila Dickson.

2.SINOPSIS

El capitán Nathan Algren (Tom Cruise) es un hombre a la deriva. Las batallas que libró en otro tiempo parecen ahora lejanas e inútiles. Una vez arriesgó su vida por el honor y por la patria, pero, en los años transcurridos desde la Guerra de Secesión estadounidense, el mundo ha cambiado. El pragmatismo ha reemplazado al valor, el interés personal ha ocupado el lugar del sacrificio y el honor no se encuentra en ninguna par-te, especialmente en el Oeste, donde su papel en las campañas contra los indios acabó en desilusión y tristeza. En algún lugar de las implacables llanuras junto a la ribera del río Washita, Algren perdió su alma. En un mundo completamente distinto, otro soldado ve como su modo de vida está a punto de desintegrarse. Es Katsumoto (Ken Watanabe), el último líder de un antiguo linaje de guerreros, los venerados samuráis, que dedicaron sus vidas a servir al emperador y a su país. Del mismo modo que el estilo de vida moderno invadió el Oeste americano, acorralando y condenando a los indios americanos, también acabó con el Japón tradicional. Las líneas telegráficas y los ferrocarriles que llevaron el progreso amenazan ahora los valores y los códigos por los que los samuráis han vivido y han muerto durante siglos. Pero Katsumoto no se irá sin pelear. Los caminos de estos dos guerreros convergen cuando el joven emperador de Japón, cortejado por los intereses norteamericanos que codician el mercado japonés en expansión, contrata a Algren para preparar el primer ejército de reclutas moderno de Japón. Pero cuando los asesores del emperador tratan de erradicar a los samuráis como parte de los preparativos para un gobierno más occidentalizado y favorable al comercio, Algren se encuentra inesperadamente impresionado e influido por sus encuentros con los samuráis. Sus fuertes convicciones le recuerdan al hombre que en otro tiempo fue. Inmerso ahora en un territorio duro y desconocido, con su vida y, tal vez lo que es más importante, su alma pendientes de un hilo, el atormentado soldado norteamericano se encuentra en medio de una violenta y épica lucha entre dos épocas y dos mundos, contando sólo con su sentido del honor para guiarle.

3. ¿PORQUÉ “El último samurái” ES UNA PELÍCULA VOCACIONAL? APUNTES PARA EL ANIMADOR.

El último samurái se nos presenta como una película típicamente vocacional desde el momento en que nos presenta a un personaje en crisis de identidad, Nathan Algren (Tom Cruise), que sufre un “proceso de conversión”. Sirve por ello para hablar sencillamente de la vocación como tal, sin detenerse en otros aspectos más puntuales del proceso vocacional que quizás otras películas ponen más de manifiesto.

Somos espectadores de la evolución del capitán Algren, un hombre que tiene pesadillas porque ha vivido y causado mucho sufrimiento como soldado americano tratando de apatar las revueltas de los indios. Realmente no sabe para qué sirve. Sin embargo, las circunstancias de la vida (y del guión) le cambian sus coordenadas. Algren se encuentra ahora viviendo como “prisionero en libertad” en medio de otra cultura, otra filosofía, otra espiritualidad, que le ayudarán a encontrase consigo mismo, a reconciliarse con sí mismo y a encontrar un sentido a su vida. Este proceso será posible dese la observación y la discusión con su líder Katsumoto.

Quizá lo que inicie esta conversión sea el hecho de estar siendo cuidado dulcemente por la mujer del samurái al que él mató. Un amor que sanará primero sus heridas corporales y después las espirituales. A partir de ahí, Algren será capaz de salir y observar este grupo de samuráis que se entregan a la disciplina para alcanzar la perfección. Toda una lección para nuestros jóvenes de hoy. También me parece significativa la enseñanza que se repite una y otra vez: “no pensar, no pensar”. ¿Será una invitación para moverse en el “combate de la vida” con las emoción e intuición que con la razón?

Poco a poco, Algren se irá convirtiendo en un samurái, palabra que significa “servidor”, servidor del emperador y de su país, y se verá envuelto como uno más en la batalla que los samuráis, defensores de la tradición, tienen con el joven y manipulado emperador, amigo de la modernidad occidental. Quizás este enfrentamiento entre tradición y modernidad merezca alguna palabra en el debate del grupo.

Puede que uno de los aspectos más llamativos sea su determinación a participar en una batalla donde sabe que encontrará la muerte. Sabe que llega la hora de su muerte (como Jesús) y por ello escribe en su diario: “No comprendo el sentido de mi vida, pero agradezco haber participado en todo esto”. Paradójicamente, cuando Algren ha encontrado un sentido a su vida, lo ha encontrado también para su muerte. Es la misma idea que encontramos cuando al final el Emperador le pregunta cómo murió Katsumoto, a lo que Algren responde: “os diré cómo vivió”.

Un último apunte me parece destacable: la idea del honor. Ya desde el comienzo del film se nos habla de “dar la vida por honor”. ¿Qué es realmente el honor? Los amuráis se quitan la vida cuando la derrota les ha deshonrado. No conviene olvidar que actualmente Japón es el país del mundo donde más suicidios se comenten, justamente por esta “cultura del honor”. Desde luego que aquí hay tema para el debate.

4. MATERIALES PARA TRABAJAR LA PELÍCULA

4.1. Ver y analizar.

- describe el personaje de Algren al comienzo de la película. ¿Cómo se plantea su vida? ¿Cuál es su pasado?

- analiza le lucha que los samuráis tienen contra (o “por”) el emperador a quien veneran.

-¿qué personas y qué situaciones hacen cambiar a Algren?

-¿cómo aparece reflejada en la película la idea del “honor”?

-¿en qué ha cambiado Algren al final del film?

4.2.Nos interpela.

-¿qué es para ti el honor?

-¿te has sentido alguna vez “atrapado” por la lucha de otro, una lucha que se termina convirtiendo en la tuya?

-explica si la disciplina es importante para el desarrollo personal. ¿Te consideras una persona disciplinada?

-¿qué heridas del pasado no has curado todavía y te siguen atormentando?

-¿quiénes son los que te han ayudado en tu vida, en historia personal?

-¿qué te dice o te sugiere la idea del samurái como “servidor”? ¿Te sientes llamado a servir? ¿A quién, a qué?

-¿por qué luchas en tu vida?

La película “El último Samurái” me ha sugerido el libro de P.Cohelo “El guerrero de la luz”. Convendría que el animador lo leyera, puede aportarle ideas y sugerencias para trabajar la película. Ofrezco ahora una selección de diez párrafos para aquellos que no tengan tiempo para leer el libro. Alguno de estos párrafos se podría utilizar incluso en la oración. No obstante, a la creatividad del animador queda el sacarle el máximo partido a este material:

Párrafos entresacados de “El guerrero de la Luz” de Paulo Cohelo.

“Todos los caminos del mundo llevan hasta el corazón del guerrero; él se zambulle sin vacilar en el río de las pasiones que siempre corre por su vida.

El guerrero sabe que es libre para elegir lo que desee; sus decisiones son tomadas con valor, desprendimiento y - a veces - con una cierta dosis de locura.

Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es necesario renunciar al entusiasmo de las conquistas; ellas forman parte de la vida y alegran a todos los que en ellas participan.

Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas, y los lazos creados con solidez a través del tiempo.

Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.”

“Un guerrero de la luz, antes de entrar en un combate importante, se pregunta a sí mismo: "¿Hasta qué punto desarrollé mi habilidad?"

Él sabe que las batallas que trabó en el pasado siempre terminan por enseñar algo. No obstante, muchas de estas enseñanzas le hicieron sufrir más de lo necesario. Más de una vez perdió su tiempo luchando por causa de una mentira. Y sufrió por personas que no estaban a la altura de su amor.

Los victoriosos no repiten el mismo error. Por eso el guerrero sólo arriesga su corazón por algo que vale la pena.”

“El guerrero de la luz recuerda un fragmento de John Bunyan:

"Aun cuando haya pasado por todo lo que pasé, no me arrepiento de los problemas en que me metí, porque fueron ellos los que me condujeron hasta donde deseé llegar. Ahora, todo lo que tengo es esta espada, y la entrego a cualquiera que desee seguir su peregrinación. Llevo conmigo las marcas y las cicatrices de los combates; ellas son testimonio de lo que viví y recompensas de lo que conquisté.

"Son estas marcas y cicatrices queridas las que me abrirán las puertas del Paraíso. Hubo una época en la que viví escuchando historias de hazañas. Hubo otras épocas en que viví simplemente porque necesitaba vivir. Pero ahora vivo porque soy un guerrero y porque quiero un día estar en la compañía de Aquel por quien tanto luché".

“Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.

Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.

Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.

Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.

Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.

Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.

Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.

Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.

Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era.”

“Un guerrero de la luz no posterga sus decisiones.

Él reflexiona bastante antes de actuar; sopesa su entrenamiento, su responsabilidad y su deber como maestro. Procura mantener la serenidad y analiza cada paso como si fuese lo más importante.

No obstante, en el momento en que toma una decisión, el guerrero sigue adelante: ya no tiene más dudas sobre lo que escogió, ni cambia de ruta si las circunstancias fueran diferentes a lo que imaginaba.

Si su decisión fue correcta, vencerá en el combate, aun cuando dure más de lo previsto. Si su decisión fue equivocada, él será derrotado y tendrá que recomenzar todo otra vez, pero lo hará con más sabiduría.

Pero un guerrero de la luz, cuando comienza, llega hasta el final.”

“El guerrero de la luz medita.

Se sienta en un lugar tranquilo de su tienda y se entrega a la luz divina. Al hacer esto, procura no pensar en nada; se desconecta de la búsqueda de placeres, de los desafíos y de las revelaciones, y deja que sus dones y poderes se manifiesten.

Aunque no los perciba en el mismo momento, estos dones y poderes están cuidando de su vida, y van a influir en su quehacer cotidiano.

Mientras medita, el guerrero no es él, sino una centella del Alma del Mundo. Son estos momentos los que le permiten entender su responsabilidad, y actuar de acuerdo con ella.

Un guerrero de la luz sabe que, en el silencio de su corazón, existe un orden que lo orienta.”

“Un guerrero de la luz necesita amor.

El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el comer, beber o el gusto por el Buen Combate. Cuando el guerrero no se siente feliz ante una puesta de sol, es que algo anda mal.

En este momento, interrumpe el combate y va en busca de compañía, para contemplar juntos el atardecer.

Si tiene dificultades para encontrarla, se pregunta a sí mismo: "¿Tuve miedo de aproximarme a alguien? ¿Recibí afecto y no lo percibí?"

Un guerrero de la luz usa la soledad, pero no es usado por ella.”

“El guerrero de la luz conoce la importancia de la intuición.

En medio de la batalla, no tiene tiempo para pensar en los golpes del enemigo. Entonces usa su instinto y obedece a su ángel.

En tiempos de paz, descifra las señales que Dios le envía.

La gente dice: "Está loco".

O bien: "Vive en un mundo de fantasía".

O también: "¿Cómo puede confiar en algo que no tiene lógica?"

Pero el guerrero sabe que la intuición es el alfabeto de Dios, y continúa escuchando el viento y hablando con las estrellas”

“"Sí - escucha decir a alguien el guerrero -. Necesito entenderlo todo antes de tomar una decisión. Quiero tener la libertad de cambiar de idea".

El guerrero desconfía de esa frase. También él puede tener la misma libertad, pero eso no le impide asumir un compromiso, aunque no comprenda exactamente por qué lo hizo.

Un guerrero de la luz toma decisiones. Su alma es libre como las nubes en el cielo, pero él está comprometido con su dueño. En su camino libremente elegido, tiene que levantarse en horas que no le gustan, hablar con gente que no aporta nada, hacer algunos sacrificios.

Los amigos comentan: "Tú no eres libre".

El guerrero es libre. Pero sabe que horno abierto no cuece pan.”

“La raíz latina de la palabra "responsabilidad" desvela su significado: capacidad de responder, de reaccionar.

Un guerrero responsable ha sido capaz de observar y de entrenarse. Incluso a sido capaz de ser "irresponsable". A veces se dejó llevar por una situación, y ni respondió ni reaccionó.

Pero aprendió las lecciones; tomó una actitud, oyó un consejo, tuvo la humildad de aceptar ayuda.

Un guerrero responsable no es el que coloca sobre sus hombros el peso del mundo, sino aquel que aprendió a luchar contra los desafíos del momento.”

4.3. Oramos

-canto conocido por el grupo

-oración:

LO QUE HACE FALTA PEDIR

Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes

y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la felicidad.

Si me das fuerza, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.

No me dejes inculpar de traición a los demás

por no pensar como yo.

Enséñame a querer a la gente como a mi mismo

Y a juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo.

Ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia

que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte

Y que la venganza es la señal primitiva del débil.

Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.

Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.

Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.

Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.

Señor, si yo me olvido de Ti, no te olvides de mí.

(www.superarlaviolencia.org)

-Texto bíblico Mt 5,24-27

- Silencio, oportunidad para expresar lo reflexionado a partir del la película y abrir el corazón. Oración espontánea.

-Oración:

DAME UN CORAZÓN

Señor Jesús

Mientras peregrino navegando

Sobre turbulentas aguas de mi vida

Dame la alegría de tener como brújula

Un corazón que me lleve hacia el puerto del amor

Dame un corazón de POBRE

Capaz de amar, para abrirse y entregarse.

Dame un corazón PACIENTE

Capaz de amar, viviendo esperanzado

Dame un corazón PACIFICO

Capaz de amar, sembrando la paz en el mundo.

Dame un corazón JUSTO

Capaz de amar, juzgándose por la justicia

Dame un corazón MISERICORDIOSO

Capaz de amar, comprendiendo y perdonando

Dame un corazón SENSIBLE

Capaz de amar, llorando sin desalientos

Dame un corazón PURO

Capaz de amar, descubriendo a Dios en el hombre

Dame un corazón FUERTE

Capaz de amar, siendo fiel hasta la muerte

Dame un corazón EVANGELICO

Capaz de amar.

(www.superarlaviolencia.org)

Se invita a continuar esta letanía, pidiendo un corazón… que sea capaz de….)

-Padrenuestro

-Oración final:

ORACIÓN PARA LA TOMA DE DECISIÓN

¡Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes

y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles!

Si me das fortuna, no me quites la felicidad.

Si me das fuerza, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.

No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar como yo.

Enséñame a querer a la gente como a mi mismo

y a juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo,

ni en la desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el fracaso

es la experiencia del que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es lo mas grande del fuerte

y que la venganza es la señal primitiva del débil.

Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.

Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.

Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.

Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.

¡Señor si yo me olvido de Ti, no te olvides de mí…!

(S.Alberto Hurtado)

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